“You can lock your windows and doors… But you can’t lock the madman out of your mind.”
Maniac es una pieza digna de la basura más aristocrática, una exquisita cochinada clásica del slasher; William Lustig es el creador de esta revulsiva historia y también es el genio que años después nos entregaría Vigilante y Maniac Cop. Neoyorquino originario del Bronx, vivió su adolescencia como al mentiroso de Tarantino le hubiera gustado vivirla, en los grind house de Manhattan de la calle 42, aquí se expuso a una cantidad increíble de material clasificado como basura, serie b, exploitation, etc. Su interés por el cine lo llevó a querer ser parte de aquella industria, comenzó trabajando con pequeñas responsabilidades detrás de cámara en sets de películas pornográficas, y para mediados de los setentas se había convertido en asiente de director en la industria de la pornografía, pero fue hasta casi finales de la década que tuvo la oportunidad de debutar como director, editor y productor de sus primeras películas, las cuales por supuesto eran material Hard Core Porn directamente de Nueva York: “Hot Honey” de 1978 y “The Violation of Claudia” de 1977, ambas creadas bajo el seudónimo de Billy Bagg, dieron un sucio y depravado toque romántico al comienzo de la carrera de William Lusting.
Para 1980 la bomba se dejaría caer duro después de la intensa ola de violencia cinematográfica neoyorquina que inaugurara el film debut de Abel Ferrara, “Driller Killer” de 1979, en tan solo un año Maniac era un maldito escándalo, después de que Roger Ebert, la persona que se encuentra detrás del personaje animado “The Critic”, quedara horrorizado por la ultra violencia que el film muestra, realizaría comentarios negativos en su programa de televisión, acto que claro solo aceleró la mecha de Maniac.
El legendario actor Joe Spinell (Godfather, Taxi Driver, Sorcerer, Cruising) nativo de Manhattan es el protagonista, un depravado y sucio desequilibrado que asesina jovencitas y después les rebana la cabeza para desprenderles el cuero cabelludo y colocarselo a sus maniquís, seres con los que vive y duerme, un autentico desgraciado que agrede y asesina por culpa de su horrible infancia, período en el que sufrió de abuso materno. Su madre ha muerto y Frank Zito (Spinell) la extraña, se despierta en la noches gritando y empapado en sudor dentro de su pequeño departamento decorado con velas y ofrendas dedicadas a fotografías colgantes, rodeadas de maniquís que escurren sangre; Frank es un completo saco de excremento que trata de sobrellevar sus traumas asesinando y aterrorizando a la cuidad de Nueva York.
El presupuesto original de la película era de 48,000 dólares en efectivo, 6,000 dólares venían de Spinell, suma que era parte de los 10,000 que recibía de paga por el film Cruising de William Friedkin (The Exorcist 1973, Sorcerer 1977), cinta protagonizada por Al Pacino, un policía que se introduce a la escena underground homosexual de Nueva York para resolver un asesinato. Otros 12,000 dólares provenían del productor Andrew W. Garroni y los otros 30,000 dólares venían del bolsillo de William Lusting, aún con esta buena fe monetaria no era suficiente, así que el productor Judd Hamilton llegó al rescate con los últimos 200,000 a cambio de que su esposa Caroline Munro tuviera el papel principal femenino. Para reducir los gastos se contrataron actrices porno para los roles menores femeninos, la película jamás fue clasificada por la MPAA, ya que Lusting sabía que sin lugar a dudas al someterla al proceso de clasificación obtendría un X-Rated que le perjudicaría mucho con la distribución y exhibición de la película.
Tanto Lustig como Spinell, comentarían en distintas entrevistas que carecían de los permisos necesarios para filmar en Nueva York; el presupuesto estaba extremamente ajustado y los permisos cuestan mucho, así que se filmaba ilegalmente, incluyendo la asombrosa, excitante y violenta escena del disparo de escopeta al parabrisas de un auto que tiene como consecuencia la explosión de una cabeza, una de las secuencias más glorificadas del cine de explotación ochentero. Después de filmar el crew escapaba antes de que llegara la policía.
Los efectos especiales son otro plus en la crema de este pedazo de mierda, el gran maestro responsable de la sangre en Dawn of the Dead (1978) y Friday the 13th (1980) es Tom Savini, uno de los clásicos artesanos del horror antes de la llegada de la tecnología digital, Savini realiza un trabajo impecable, ofeciendo para el morbo cinematográfico escenas memorables que que quedan en los corazones de los pervertidos más mezquinos en busca del material más extremo. A 37 años de su lanzamiento Maniac se mantiene repulsiva, retorcida, brutal y esparciendo el mensaje de peligro; cualquiera puede ser victima de un desequilibrado mental que ande merodeando la ciudad sin reparos en apuñalarte.
